¡Qué cortas se hicieron las vacaciones! Justo ayer me tumbaba a descansar con un buen libro... y ya estamos de vuelta a la rutina. Ay!!
Pero bueno, aprovechadas... pues sí, han sido unas vacaciones aprovechadas. Como tenía muchas ganas de probarlo, he estado investigando sobre la técnica de craquelado... La verdad es que mi mayor problema ha sido encontrar una opción de craquelado que fuera utilizable en Europa. ¿Porqué digo esto? Pues os explico. La mayoría de gente hace el craquelado usando colorante "AmeriColor" (ya sea solo o mezclado con alcohol), pero si queréis comercializar la galleta en Europa, mucho cuidado!!
Este colorante usa un aditivo llamado E127 que no se puede utilizar para uso alimenticio (si es para decorar algo que no se va a comer, sí). Así que después de mucho investigar (y aburrirme de ver siempre el mismo colorante) decidí probar con lo que tenía por casa.
Y este fue el resultado
¿Cómo lo hice? Mezclando vodka (o cualquier otro alcohol blanco) con colorante en polvo (en mi caso usé RainbowDust color azul bebé). Hay que mezclarlo bien hasta conseguir una pasta espesa (mejor id añadiendo el alcohol poco a poco).
Con un pincel plano ancho vais esparciendo la mezcla por la galleta haciendo las pinceladas en el mismo sentido (de arriba a abajo - de lado a lado... pero sólo una opción) para que no haya formas raras en el craquelado).
Una vez esté la galleta bien pintada (que no queden huecos con menos pasta), las metemos en el horno a unos 150º y las dejamos unos 15-20 minutos (depende del tamaño y grosor de la galleta).
Como resultado saldrá la galleta "rota"... la verdad es que es un acabado muy curioso y muy sencillo de hacer (más que glasear totalmente la galleta), por lo que para tener un fondo en la galleta está muy bien.
Si os fijáis, una vez horneado el color varía un poco (queda un poco más clarito o desbahído).
A partir de aquí es muy sencillo. Yo usé un poco de glaseado que me había sobrado de otras galletas y realicé un diseño primaveral... Es muy sencillo, solo haced un diseño previo en un papel para que os sirva de guía. Con eso y una boquilla redonda del número 1, el mundo es vuestro.
Yo hice un diseño de emparrado, con las hojas rellenadas usando la técnica Brush Embroidery, y luego le añadí unos detalles de frutos y flores... y luego le puse unas mariquitas. Las mariquitas son muy fáciles: hacéis unos óvalos rojos y, cuando estén totalmente secos, cogemos un pincel de punta muy fina y un poco de colorante en gel negro y pintamos la cabeza y los topos.
Y ya, son muy sencillas de hacer y dan muy buen resultado... ideales para una celebración primaveral (no se pudieron resistir!!).
Chao!!
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